Las profesiones
esenciales son atadas al trabajo del campo: arador,
criado, diario,
grangier o aparcero,
...
La aparcería
era el modo de explotación que predominaba en la Auvernia. Este sistema
corresponde a las antiguas villas
romanas, para la base de numerosos pueblos actuales. El explotador,
o el aparcero, cultiva el dominio emprendiendo a compartir las cosechas
y los frutos con el propietario en una proporción determinada de antemano,
pero sin que la parte del arrendador
sobrepase un tercio (regla del tiercement).
Estas
primeras villas constituyeron
pues el bosquejo de la estructura municipal actual. La construcción
de una iglesia o de un castillo que aporta una presencia religiosa o
defensiva, la gente pudo cambiar de vivienda para acercarse a eso y
alejarse de villas.
Aunque sea el caso del castrum de Escorailles,
otros emplazamientos no han estado abandonados: registros arqueológicos
se revelarían de un gran interés.
Los arriendos
duraban generalmente de 3 a 6 y de 6 a 9 años, pero pocos aparceros
quedaban 9 años al mismo dominio. Al cabo de los tres primeros años,
si no era al primer año, los aparceros dejaban las granjas.
Unos artesanos:
almadreñeros, molineros,
panaderos, carreteros,
masones, mariscales-ferrants,
caldereros. Y el notario.
Aparecen el maestro de escuela,
eventualmente el médico y ciertos
comercios al por menor.
Había también
"Hostes" (taberneros): ellos no
tenían el derecho de vender la bebida durante las misas. Interdicción
poco respetada.
Al lado
de estas profesiones que son a menudo unos oficios de ayuda para los
campesinos, aparecen dos recursos esenciales: la explotación de los
bosques (aserradores de largo y carbonero)
y el trabajo de cuchillería, la primera que ha sido la sola presente
a la región que a nosotros concernimos.
Para más
información de este sujeto, lea la obra excelente de Jacques
Mallouet y la consagrado a los oficios.